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viernes, 6 de agosto de 2010

Cuando nos llegó la colita del Ciclón Inés ( 1 )




CUANDO NOS LLEGO LA COLITA DEL CICLON INES

Cuando el ciclón Inés duró más el problema. Hasta hubo adelantos de partos, que se atendieron en la zona militar.
Y canastillas de ropita recibieron aquellos bebes, que presintiendo el peligro, la naturaleza los hace expulsar, para protección tanto de la madre como del bebe.
Uno de ellos nació güero, güero, y decían, es que las aguas lo relavaron.
Y todos queríamos conocer, a ese bebé, que había venido con el ciclón.
Yo en mi casa, junto a mi abuelita, atrincheradas por la cercanía del ciclón vi como se nubló el cielo, y finas gotas empezaron a caer, y todos comentaban ahora si nos tocó.
Y soplaba un viento sospechosillo, y había un silencio de muerte por toda la escuela primaria (ver foto), y parecía que todos se habían ido ya.

Y cuando, ya encerradas, empezó a silbar el aire, yo me trepé a la cabecera de una cama y observaba los árboles, tomar dirección hacia un solo lado, y mi abuelita, me jalaba de la ropa, y me ordenaba ¡bájate! Si un palo vuela y rompe los vidrios, en tu cara caerán vidrios.
¡Bájate! ¡Ya voy! ¡Ya voy!
¡Déjame mirarlo cara a cara!
Pasara por nuestra casa, y yo no lo veré.
¡No es justo abuelita, déjame!
¡Que no es justo, ni que nada! Y unos manazos a las canillas me metió.
Y como nunca me pegaba, me ardió como chile, y caso le hice.
Y empecé a comer, teníamos de todo, gracias a Dios, y después de un rato, un silencio, el aire se calmo, y yo quería salir a ver lo que había pasado.
Y mi abuelita no me dejó.
No, me aclaró, porque estamos en el ojo del ciclón, que es el centro sin aire, y regresará el tiempo ventoso, y ahora volverá del otro lado, y lo que quedo débil, ahora si caerá.
Se pondrá más peligroso, volara de todo, y contra todo.
No sales, y ya cálmate, me pones nerviosa con tanto brinco, y tantas preguntas.
Esto del ciclón, que tarda tanto en llegar, y tanto en irse.
Y mi tío Ángel, en su cama de fierro, con tablones, en lugar de colchón.
Fumaba dia y noche, noche y dia.
Por eso, no se le ponía colchón a su cama.
Tablas, y unas cuantas colchas o cobijas, para amortiguar un poco lo duro de las tablas.
Abuelita, temía que un dia, al dormitar, se encendiera el colchón donde durmiera mi tío, al quedar algún cigarrillo, en contacto con las telas.
Fumaba 3 cajetillas diarias de cigarrillos, de la marca Argentinos; que no le faltara el cigarro, porque enloquecía más, si es que eso es posible.Mi tío tenía esquizofrenia.