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martes, 9 de junio de 2009

El Retiro de Lourdes,la Fuente y el Cine (a)






EL RETIRO DE LOURDES, LA FUENTE Y EL CINE


Puedes visitar el retiro de Lourdes, que está ubicado en los terrenos, que eran de un señor que se llamaba Don Enrique Ursulo Fernández, el fué Presidente Municipal de Pueblo Viejo.
En esos terrenos, hay unas singulares construcciones, como capillitas, forradas éstas con conchitas del mar.
Algo digno de verse.
Colinda ese terreno, con la propiedad de la familia de don Manuel de Dios y Silva.
A unas cuadras de ese lugar, existe “La Fuente”, hacia lo alto.
Y en su parte superior, estaba un gran restaurante.
Se llamaba “El Mirador”.
De niña, nos llevaban los maestros ahí de excursión.
Es abundante su vegetación.
Había resbaladillas, columpios, sube y baja; lo mas hermoso de ahí, es su vista del pueblo.
Una amplia panorámica, como de postal.
No pueden perder el visitarlo.
Volviendo al centro del pueblo, a la plaza.
Veras en un lado la presidencia, y en otro la escuela primaria “Expropiación Petrolera”, y haciendo escuadra, la calle donde esta la iglesia.
Pues todos esos sitios emblemáticos de cualquier ciudad, o pueblito, han sido reubicados de su sitio original, luego les digo como, cuando y porqué.
Dije sitios emblemáticos, porque ese tipo de ubicación, siempre al centro de cualquier pueblo o ciudad, es herencia colonial.
Así ordenaban construir los españoles, poder político, religioso y económico al centro.
Es la historia palpable, que no está muerta, o que sólo se ve en los libros.
Vivimos, nos movemos, en coordenadas históricas, políticas, económicas, religiosas.
Nada es al azar.
Que nos hagamos pato, y comentemos, a mí, no me hablen de historia, ni de política o filosofía, es como el avestruz, que esconde la cabeza en la tierra.
En la calle contraria, a estas cuadras ocupadas por los poderes religioso, educativo y político, queda la calle, donde se ubicaba, al lado derecho, viendo desde la plaza, una tienda que era la de don Juan Puon y su esposa, doña Lupe, y sus hijos, Chenta, Porfiria, Juanito y Chuy, el negocio era de abarrotes y contaba con molino y tortillería.
Al lado izquierdo de esa calle, había un cine.
¿Debo decir cine?
Eran 4 paredes, un pisito corto de cemento, y el resto pura arena. Bancas rusticas de madera, que seguido se desbarataban, causando hilaridad en los espectadores de las películas.
Una gran manta, era donde se proyectaban las películas, y si hacia viento, las películas, se veían distorsionadas, y como bailando.
Los habitantes del pueblo, a ese cine, no lo tenían de su agrado.
Porque se iba seguido la luz ahí; las películas, o estaban rotas sus cintas, o quemadas en tramos.
Por lo regular, eran los miembros de la milicia, que en sus paradas por el pueblo, ignorantes de las condiciones del cine, caían ahí.
El dueño era un señor de Mata Redonda.
Contaba con un par de taquillas, donde se cobraba la entrada.
A los lados de esas taquillas, pegaban los cartelones, anunciando las próximas películas.
Pasaron las películas, “El bueno, el malo y el feo”
Así como la película “Tampico”, de Julio Alemán como actor principal.
Nunca supe los precios.
Como ese cine no tenia techo, bastaba con que me subiera al segundo piso de la escuela primaria “Expropiación Petrolera”, fijara mi vista en la pantalla y listo.
Ya no existe ese cine en el pueblo.
Ya no hay cine en el pueblo.
No se si eso es lo mejor, o fue un retroceso el no tener ese cine.
(Las 3 fotos de esta entrada,son cortesía del profr. Martín Pérez San Martín,cronista de Pueblo Viejo,Veracruz.)