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sábado, 8 de agosto de 2009

Juegos Infantiles ( 1 )


Regresándonos a las instalaciones de la Escuela “Expropiación Petrolera”, en sus amplios corredores, techados, se encontraban unos bebederos, diseminados, aquí y allá, estratégicamente.
A veces, parecía que no salía el agua, y de repente, un chorrote, que te mojaba la cara, y la ropa.
Y los chiquillos, a jugar, y yo te mojo, poniendo la mano en la llave del bebedero, y vamos a mojar, a aquellas que vienen muy platicadoras, ¡ay si! ¡Se creen mucho!
Y empezaba el corretearnos, pero era tan grande la escuela, tan grandes sus patios, que hasta que tocaban el timbre la entrada del recreo, y estábamos en el salón, quedábamos al alcance unas de otras.
Y para entonces, estábamos bien cansadas de jugar, que ya no queríamos pelear.
¡Aire! ¡Aire! Y nos abanicábamos con nuestras manos, con los cuadernos, con lo que fuera.
Regalaban en las tiendas, a los clientes, abanicos de cartón, con formas de ovalo, o cuadrados, rectangulares.
Y se amacizaba el abanico, con un palito, que tenía grapado al centro.
Y agarrábamos el palito del abanico, y dale y dale.
Esos abanicos, traían dibujos, como si fueran postales, de paisajes, o de animalitos enternecedores, y al reverso, la propaganda del negocio que lo regalo.
Y con el sudor de nuestras manos, se desbarataban esos abanicos.



JUEGOS INFANTILES
Las niñas jugábamos en el recreo a:
1._ Juan pirulero.
¡Este es el juego de Juan Pirulero!
¡A lo maduro! ¡A lo maduro!
¡Que se voltee, Anita de burro!
Para esto, estábamos en una rueda, agarradas las manos, y dándole rápido a la vuelta y vuelta de todas mirando al centro,
Terminaba, cuando ya todas estábamos volteadas, mirando hacia el exterior.
Y si nos quedaba piola, pues a volver a empezar, ahora de modo contrario.
Las que estaban volteadas, ahora iban cambiándose hacia el interior de la rueda.
2.- A las estatuas de marfil.
Reunidas y en rueda, tomadas de la mano, cantábamos, ¡A las estatuas de marfil!
¡Uno, dos y tres así! nos zafábamos de las manos y teníamos que quedarnos lo mas inmóviles posibles, la que se movía, perdía, salía del juego, y volvíamos a empezar.
3._ A doña Blanca.
Doña Blanca, esta encerrada en pilares de oro y plata,
Romperemos un pilar para ver a doña blanca.
Todas las niñas, habíamos elegido de qué material eran nuestros brazos, que formaban los pilares.
Eran de cemento, oro, vidrio, madera, piedra, agua, de lo que se nos ocurriera. Pero no se valía repetir el nombre de otro pilar de esa rueda.
En la rueda, que lográramos hacer, de niñas, cada punto, donde se unía un bracito, con otro bracito, bien apretadas las manos, le llamábamos pilar.
Y luego, la niña, que andaba fuera de la rueda, preguntaba……
¿De que es este pilar?
De oro, piedra, etc.
Y la niña, intentaba zafar esas manitas, haciendo lo que estuviera a su alcance, tratando de abrir las manos, columpiándose, en esas manos, algunas hacían sus manos, como si fueran un cuchillo, al juntar sus manos, fuertemente, y dar un golpe, a la unión de manitas.
Las niñas, que se hubieran zafado, por la presión en sus manos, salían del juego, y la que logro romper esa unión, entraban en ese lugar.

4._ Al mono de alambre.
Se cantaba así, en rueda las niñas.
Vamos a jugar
Al mono de alambre,
Y el que no lo baile.
Y el que no lo baile,
Le daremos pamba.
Nombrábamos a una compañera, pasaba al centro, y tenia que bailar.
Si no lo hacia, o si estaba muy tiesa, ¡no se vale! ¡Casi no se movió! Y a darle pamba entre todas.
Si no bailaba, ni se dejaba dar pamba; cuzcale ¡fuera de aquí!
Y la sacábamos de la rueda.
Y a seguir jugando.