En ese tiempo, pocos del pueblo tenían televisión.
El doctor Ramón Cantú Ochoa, era uno de los afortunados.
Cuando mas grandecita(en la foto,en la edad de los "mandados"), mi mandaba mi abuelita la tienda con la recomendación, ¡no te dilates!, ¡no te entretengas!, optaba por ir a las tiendas, que se ubicaban por la calle que está rumbo a la fuente, porque tenia que pasar a fuerza por frente de la casa del doctor Cantu, y ahí, hacíamos montón, frente a la tela mosquitera de la sala del doctor, todos los chiquillos del pueblo.
Mirábamos la tele a ratitos.
Nos empujábamos la chiquillería, soñábamos con tener una así, grandota, con patas, de pantalla de blanco y negro.
Y luego a la carrera, con zancadotas largas, largas, que parecíamos venados, corríamos, pasábamos frente a la papelería y mercería de la maestra Idalia Ibarra; los puestesitos ambulantes que vendían jugos de naranja, verduras, y frutas, que si tenias ganas de algo, un poquito mas exótico, como unas granadas, las tenias que encargar, desde un dia antes, que te las trajeran de Tampico, y que de seguro, las comprarías.
Dejabas atrás la carnicería de don Jerónimo Maya, y si nuestros mandados no incluían tortillas o masa, hacíamos la compra en la tienda de la esquina, que era la de don Ramón Rodríguez y sus hijos.
Pero, en ocasiones, teníamos que llegar hasta la otra tienda, la que se ubicaba en la acera de enfrente, la de don Luís Wong, porque compraríamos masa o tortillas.
En esa tienda, en el exterior, de ella, en la banqueta de esa esquina, se vendían pescados y jaibas, vivos, en trastos con poquísima agua, para tanto marisco; alcanzaba a verlos, con sus branquias, dilatándose, en un esfuerzo por sobrevivir !y como!, si estaban fuera de su elemento, fuera de su laguna.
Cerca de estos puestos de mariscos, estaba un pequeño puesto de revistas, y periódicos, como El Sol de Tampico, y el Mundo.
En las tardes, lucían estas banquetas solas, ya no estaban los puestos de revistas, periódicos, mariscos, jugos de naranjas, ni el de frutas o verduras.
Creerían, que todo Pueblo Viejo, dormiría la siesta.
En esa tienda grande, la de don Luís Wong, para comprar la masa o las tortillas, teníamos que hacer filas, donde en ocasiones, mas de una hora durábamos; si solo era mandado, tenían unos mostradores, de madera, en forma de amplia escuadra, y empujando, aquí y allá, colarte entre tanta gente, y gritar, a todo pulmón, haciéndose escuchar, porque siempre había mucha personas comprando.
¡Me da 50 centavos de galletas!
Y te las daban en unos cucuruchos de papel estraza, de ese color cafecito, era un puñado de galletas de animalitos, o de marías.
Si llevabas suficiente cantidad de galletas, hasta una bolsa de estraza, merecías.Y el aceite, tenían una instalación de tubería, que salía de unas latas de lamina, que ubicaban estas, en una especie de tapanco o bodeguita y llegaba abajo, de donde al abrir su llave, llenaban el trastecito que llevaras, y de acuerdo a lo que fueras a comprar de aceite suelto para comer.
Las latas vacías de aceite, se vendían, para ocuparlas como tamaleras, o abiertas por completo, se usaban como charolas, donde se ponían galletas, o panes caseros, y luego hornearlos.
También las latas de aceite vacías, se ocupaban para hacer recogedores de basura, solo se cortaban en dos partes, de manera diagonal, y se les ponía un palito de escoba, como mango.
Total, que todo el pueblo, utilizaba esas latas vacías, y había que encargarlas con mucha anticipación.
Y había tan pocas tiendas en el pueblo…
En ocasiones, llevaba apuntado en un papelito lo que necesitaba.
Estiraba la mano, a ver cual de los dependientes, se dignaba agarrar el papelito.
Pero si, cuando ya te habían surtido esa lista, tú pedías algo más, no te lo despachaban, solo te cobraban lo de la lista, y ya no te hacían caso.
Se comportaban como autómatas, era demasiado el trabajo.
Los dependientes seguían con otro cliente, y con otro.
El chile, tomate y esas cosas, te las daban en un cucurucho de papel periódico.
A veces, el papel tenía signos en chino.
Eran chinitos los dueños de la tienda.
Igual que los dueños del otro gran almacén, “El Movimiento” que estaba frente a la plaza.
Los dos fiaban el mandado; en un principio, mi abuelita me contó que pedía fiado, pero luego le salían con, ¡ya la vi! Comprando en la otra tienda.
Es que esas dos tiendas eran rivales de ventas.
Y querían amarrar a sus clientes.
A mi abuelita no le gustaban de esos “frijoles”, así que prefería comprar al contado.
Así no le debía nada a nadie, y nadie le podría recriminar nada.
Yo corría como gacela, por un tomate, un poquito de arroz, una leche, que no se porque, entre el griterío, me ofuscaba y salía pidiendo la de las rosas.
¿Cuál?
¡La que tiene flores!
No faltaba algún adulto que me ayudaba, ¡déle leche clavel!
¡Para que se vaya ya!
¡Me aturde con sus gritos!
Y es que si no presionaba, a puro grito, y brincos en el mostrador, se aparecía mi abuelita Luz, y me avergonzaba con ¿Por qué tardas tanto?
¡Allá te necesito!
Una vez en una feria, me hicieron falta 20 centavos.
¡20 centavos!
Lo que costaban unos dulces Tomy, una muelita de coco, una naranja con chile, 2 chicles, cualquier cosa baladí, pero no me dieron bien la feria...(luego les cuento cómo me fue)
Marucha, como siempre la historia que nos cuentas es preciosa y entrañable, absolutamente deliciosa, puesto que perfectamente puedes transportarte a esas calles, esas tiendas, esos años maravillosos de la niñez... que bien lo cuentas tú, con cuanta ternura. Precioso
ResponderEliminarUn besote, ya sabes, de esos bien gordos
Qué tierna historia nos narras, Maruchita, de los mandados que os encargaban a los niños y de las tiendas de la población, dodne había que encargar granadas y latas vacías de aceite, porque lo uno era exótico y lo otro muy demandado. Precioso texto, escrito con un gran cariño por el pasado. Un besote bien fuerte, querida amiga.
ResponderEliminarapm gracias amiga por tu visita.
ResponderEliminarRecibe mi cariño en este fin de semana.
Mayte-DaliaNegra, al recordar esa etapa de mi vida,de la vida en Pueblo Viejo, solo acierto a pensar, Gracias a Dios que todo está mucho mejor.
ResponderEliminarRecibe un abrazo con mucho cariño desde estas tierras de mar y sol.
Hola Marucha,
ResponderEliminarQue hermosa historia,muchas imágenes han pasado por mi mente, y también algunos recuerdos...alguna vez de niña, tiré las tortillas que me habían encargado, y pensando en la tunda que me darían, las recogí del suelo y las puse en la mesa como si nada hubiera pasado...
Un abrazo
PD: pronto subiré las fotos de la exposición para compartir.
Esmeralda y Aillengracias por su visita.
ResponderEliminarveo querida amiga que nuestros rumbos en la vida fueron mas o menos los mismos, tan malos no han sido si hicieron personas como tu, abrazos cariñosos amiga mia.
ResponderEliminarParece increible que viviendo en lugares tan alejados entre sí, las vivencias de nuestra infancia sean prácticamente idénticas.
ResponderEliminarCuántas veces habré ido yo a la tienda de Jaime con la botellita a por el aceite necesario para el día, y cuanta veces nos parábamos, a la salida del colegio, ante el escaparate de Electrodomésticos Funes, a ver el programa infantil de la tarde en la televisión en blanco y negro...
Todo, todo, el papel color café, el cartucho de periodicos para los tomates o los huevos, el comprar "fiao"...
No sabes como he disfrutado con esta entrada, maravillosamente escrita. Ha sido como ver una película.
Un abrazo
verdial,pues si, que es como si todos fueramos hermanos en este mundo.
ResponderEliminarLe tocan a uno sucesos un poco parecidos al que vive al Sur,o al vive más al Norte del planeta.
Recibe un abrazo desde este lugar de mar y sol.
Abue fresca como las mañanas de mi país,gracias amiga por tu visita.
ResponderEliminarTe quiero.
Los mandados, qué bonito ser niño y cómo lo cuentas. ¡Qué preciosidad! Yo también he sido un mandado, pero ya mayorcito. A los dos años de casado pude ver por primera vez un televisor en casa de unos familiares. Nos reuníamos todos para ver, en blanco y negro y lleno de interferencias, una serie norteamericana que se llamaba "Patrulla de caminos" La serie era muy mala, pero nos convocaba a todos y teníamos la ocasión de estar juntos admirando la maravilla del invento. Me has hecho recordar con tu relato muchas cosas, y creo que tus experiencias y las mías, en el fondo, son las mismas. Un saludo cordial.
ResponderEliminarMARUCHA, ME ACABAS DE ACORDAR MUCHAS COSAS CON ESO... ESPERO QUE TERMINES LA HISTORIA DE COMO TE FUE... AQUÍ LLEGAMOS A TENER TELEVISIÓN MUY TARDE TAMBIÉN.---
ResponderEliminarDon Fernando, que gusto recibir su visita en este hogar-blog.
ResponderEliminarVa un abrazo para usted desde estas tierras de piramides.
Timoteo Estevez gracias amigo por tus líneas.
ResponderEliminarRecibe mi aprecio con un abrazo .
Cada vez que llego a tu casa y te leo me traes recuerdos a mi mente.
ResponderEliminarHoy se vive muy diferente de antaño con muchos más adelantos y comodidades pero estoy segura que cuando pasen otros cincuenta años, las cosas de ahora se verán tan distantes como vemos ahora las de antes y esto es una rueda que no para.
Es curioso como se iba a comprar a la tienda sólo ese poco aceite que se necesitaba para hacer la comida diaria, sacándola de grandes latas, que a su vez se usaban como recogedor de la basura.
Luego ir de compra de fiado... otra novela que aun hoy perdura y al final ni saben lo que están pagando, el desorden trae esas cosas.
El controlarte donde ibas a comprar aun yendo a un solo sitio, te decían oye si desde tal día no has vuelto...
Hoy se quejan las tiendas pequeñas porque están en camino de desaparecer absorbidas por las grandes superficies, se esta en sus manos pero hay una libertad de control bien diferenciada.
Bueno gracias a esos mandados cuando fuiste adulta ya tenias la mitad del camino aprendido...
Te deseo que pases una grata semana vale!!
Un abrazo amiga.
amiga como estas? hace milenios que no te encuentro por ahi, escribiendo o comentando...buenisimo trabajo el que lei recien
ResponderEliminarte dejo un abrazo enorme
pasa de visita
lidia-la escriba
www.deloquenosehabla.blogspot.com
Hola amig@, pasa cuando puedas por Mis caricias del alma, en ellas te he dejado un detalle.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Un beso
Gata Coqueta,cariño,siempre tan amable,claro que ire a visitarte y tomaré el regalo.
ResponderEliminarRecibe un abrazo con todo mi cariño.
¡Cuanto he disfrutado leyendo este escrito!
ResponderEliminarGracias por que a traves de el he conocido costumbres de un pueblo que a pesar de la distancia se parecen mucho a las vividas en mi niñez. Y es que el mundo es un pañuelo.
Un beso querida amiga.
Mi arbolito de Navidad para ti..
ResponderEliminarCon mucho Cariño..
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________*Sinceridad_Estima__Fraternidad*
_______*Equilíbrio__Dignidad__Benevolencia*
______*Fé_Bondad_Paciência_Ventura _Fuerza*
____*Tenacidad-Prosperidad--_Reconocimento***
__*Son mis deseos Felíz Navidad y Año Nuevo 2010*
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Que tengas un lindo viernes y disfrutes del feliz fin de semana besitosss de tu amiga
..Jessi..
Marucha, agradezco muchísimo tus comentarios y tus palabras de cariño, en realidad lo mio es más bien sacar mi dolor fuera y sale en forma de poemas, Benditas vosotras las almas sensibles que teneis la imaginación bien agudizada para recibir del cosmos la facilidad de expresión en situaciones normales pudiendo escribir historias normales de la vida.
ResponderEliminarPor razones familiares me he ausentado bastante estos dos años, pero cuando más dolida estoy es cuando soy capaz de sacar lo que siento y casi siempre son para mi amado, has leido el QUE OTRA COSA o anterior al que has dejado el comentario? veras que todos són, para El,tienes razón puedes estar entre 1000's de personas y saberte ausentar, tus palabras de cariño son un balsamo para mí.
Un millón de gracias.
Ambar.
Muchas gracias Marucha, tus palabras de cariño son un Bálsamo para mí, benditas vosotras las almas sensible que recogeis la información del cosmos y teneis imaginación para contar toda clase de historias cotidianas e instructivas.
ResponderEliminarSguir adelante, nos haceis falta, a mi y a otros muchos.
Un abrazo
Ambar
Estoy intentando dejarte un comentario, no se por que razón no lo consigo, intentaré mandarte un mensaje para date las gracias por tus historias con MORALEJA y tus palabras de cariño que has dejado en mi blog.
ResponderEliminarSon un bálsamo para mi.
Gracias
Ambar
AMBAR deseo que el próximo año lo pases rodeada de cariño y afecto,que tengas muchisimas más amistades y que tu y tu familia tengan salud.
ResponderEliminarque seas muy feliz.