En una ocasión, empezó a llover bonito, a cantaros.
Yo recostada, en una cama, después de leer un libro, me eché un sueñito.
No olviden que viví muchos años en Pueblo Viejo; así que también se planchar oreja, cuando se presta la ocasión.
Cuando no hay mas que hacer, por el mal tiempo.
O platicas, o te duermes.
Desperté, y me dio hambre.
Voy a ver que ha hecho doña Lala.
Al dar los primeros pasos, una gota, y mas allá, otra gota.
Ahora si, que ya me desperté del todo.
Entre a la estancia, que servia de salita, comedor y recamarita, y observo varios hules, que tapan cosas aquí y allá.
Y veo en varios lugares, trastos de todos tamaños, que reciben los chorritos de agua, que caen del techo.
Y doña Lala, me llama afectuosamente a comer.
Ven, aholita te silvo.
Ven, Malucha, esta todo bien calientito.
Noto, que están acostumbrados, a que les llueva dentro de su casa.
Observa mi consternación, y me dice, al lato pasa, tu cama no se moja.
Ese, es uno de los sitios, donde no hay gotéelas.
Vente a comel, se te enflíala la comida.
Mmm, doña Lala, tan amable como siempre.
Sabe que, doña Lala, se me olvidaba que tengo que ir a la plaza, por un encarguito.
Ahorita vengo, no me tardo.
Pelo, espelate, come plimelo…
Alucinando con el pasado
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Se robaron los sueños
Y dormidos en el camino
Pregonaron ilusiones
Que adormecian las tentaciones
Tentaciones de leer tus labios
Tentacio...
Hace 6 horas