(Foto cortesía de la maestra Rosa Eva Velazquez de la Garza) El Director Profr.
Jesús Briones Vazquez está en la fila superior, en el segundo lugar,de derecha a izquierda.
2.- Jesús Briones Vásquez.
El realizó estudios de Derecho, pero su inclinación vocacional era el Magisterio, y prefirió ser maestro.
Pero su amplia formación en leyes, y sus muy vastos estudios, en varios campos, le permitieron convertirse en líder sindical, que logro grandes avances en prestaciones al magisterio.
Como director de la primaria, no solo estaba al pendiente del desenvolvimiento de las actividades diarias, sino que cuando lo ameritaba, ponía a ensayar a los alumnos de la escuela, el salto de garrocha, el tiro de jabalina, de bala, el salto de altura, las carreras, ya sea por distancia, ya sea por relevos.
Para el salto de altura, utilizaba como mecate, las venas gruesas de hojas de plátano secas, así, si un chico, no alcanzaba a brincar limpiamente, solo se rompía aquella liana hechiza, y se podía reemplazar, sin costo alguno, y se evitaba que se dañara algún alumno, al chocar con un mecate macizo, que resistiera el empuje del cuerpo del que saltara.
Formaba equipos de futbol, voleibol, básquetbol, béisbol.
Practicaban, porque cada determinado tiempo, había concursos en la zona escolar.
La escuela “Expropiación Petrolera”, tenía en su oficina de la dirección, una cantidad impresionante de trofeos.
La dirección, se ubicaba a la entrada de la escuela, así que el director, siempre sabía, quien entraba, y quien salía.
Y la escalera, que daba al segundo piso de la escuela, quedaba justo enfrente a la puerta lateral que tenia la dirección.
La dirección, tenía una ventana, que daba a la calle.
En la pared, un reloj grande.
En el escritorio, una libreta, donde los maestros, firmaban entrada y salida.
No había reloj checador.
Cuando yo iba a entrar a la secundaria,la # 2 "Lauro Aguirre" en Tampico, en la solicitud, se pedía la firma de la madre, y la firma del padre o tutor.
Mi abuelita firmó por mi madre, y el padre…
Mi papá lejos, ni modo de mandarle el papel para que lo firmara.
Lo necesitaba yá.
El director de la escuela “Expropiación Petrolera”, supo por mi abuelita los apuros por los que estaba pasando.
Y nos dijo: denme esa solicitud.
Yo la firmaré.
Para mí, ella es como una hija.
La conozco, desde muy pequeña.
Y cualquier cosa, no dudes en decírmelo.
Yo iré a tu escuela, cuando soliciten a tu padre.
Los ojos se me nublaron, pero me controle.
Y mi abuelita, con sus recomendaciones, pórtate muy bien.
Pues que crees, que el director tiene tu tiempo, para dar vueltas a tu escuela.
Fue un tercer año, cuando a todos los alumnos, entregaron un citatorio, pidiendo en la escuela la presencia de los padres de familia.
Y específicamente, al padre.
No decían para que, ni por que.
¡Uy, uy, uy!, ya estaba en problemas.
Con lo penosa que era. O que soy.
De nuevo, mi abuelita, hablo con el señor director.
El contestó, ahí estaré, sin falta.
Me sentía chiveada en la secundaria, para mí, que el director no iba a ir.
Yo estudiaba en la secundaria #2, la que esta por colonias.
Muy retirada del pueblo.
Y el señor director con tantas cosas importantes que hacer.
A los alumnos, nos sacaron al patio.
Se hizo una como asamblea.
Yo miraba nerviosamente el zaguán de la escuela…
Cuando aparece el director Jesús Briones Vázquez.
Varios maestros de la secundaria #2, lo saludaron con respeto.
Imponía su presencia.
Imponía su seriedad.
Imponía su trayectoria en el ámbito educativo.
Imponía su cargo en la SEP.
Estuvo charlando amigablemente, con los maestros, me busco con la mirada, algún maestro, le dijo en que fila estaba yo.
Me dirigió una larga mirada, yo me encogía en la fila.
En esa mirada me dijo que me quería.
Que realmente me quería.
Y que el sabia cumplir su palabra dada.
Así fuera, a una chamaca de 14 años de edad.
Le pido a Dios, ilumine por siempre el recuerdo de maestros, como el director Jesús Briones Vázquez, para que guíen a las nuevas generaciones de maestros, y sirvan de senda sus pasos, para que México, cada dia forme mejores ciudadanos.
El realizó estudios de Derecho, pero su inclinación vocacional era el Magisterio, y prefirió ser maestro.
Pero su amplia formación en leyes, y sus muy vastos estudios, en varios campos, le permitieron convertirse en líder sindical, que logro grandes avances en prestaciones al magisterio.
Como director de la primaria, no solo estaba al pendiente del desenvolvimiento de las actividades diarias, sino que cuando lo ameritaba, ponía a ensayar a los alumnos de la escuela, el salto de garrocha, el tiro de jabalina, de bala, el salto de altura, las carreras, ya sea por distancia, ya sea por relevos.
Para el salto de altura, utilizaba como mecate, las venas gruesas de hojas de plátano secas, así, si un chico, no alcanzaba a brincar limpiamente, solo se rompía aquella liana hechiza, y se podía reemplazar, sin costo alguno, y se evitaba que se dañara algún alumno, al chocar con un mecate macizo, que resistiera el empuje del cuerpo del que saltara.
Formaba equipos de futbol, voleibol, básquetbol, béisbol.
Practicaban, porque cada determinado tiempo, había concursos en la zona escolar.
La escuela “Expropiación Petrolera”, tenía en su oficina de la dirección, una cantidad impresionante de trofeos.
La dirección, se ubicaba a la entrada de la escuela, así que el director, siempre sabía, quien entraba, y quien salía.
Y la escalera, que daba al segundo piso de la escuela, quedaba justo enfrente a la puerta lateral que tenia la dirección.
La dirección, tenía una ventana, que daba a la calle.
En la pared, un reloj grande.
En el escritorio, una libreta, donde los maestros, firmaban entrada y salida.
No había reloj checador.
Cuando yo iba a entrar a la secundaria,la # 2 "Lauro Aguirre" en Tampico, en la solicitud, se pedía la firma de la madre, y la firma del padre o tutor.
Mi abuelita firmó por mi madre, y el padre…
Mi papá lejos, ni modo de mandarle el papel para que lo firmara.
Lo necesitaba yá.
El director de la escuela “Expropiación Petrolera”, supo por mi abuelita los apuros por los que estaba pasando.
Y nos dijo: denme esa solicitud.
Yo la firmaré.
Para mí, ella es como una hija.
La conozco, desde muy pequeña.
Y cualquier cosa, no dudes en decírmelo.
Yo iré a tu escuela, cuando soliciten a tu padre.
Los ojos se me nublaron, pero me controle.
Y mi abuelita, con sus recomendaciones, pórtate muy bien.
Pues que crees, que el director tiene tu tiempo, para dar vueltas a tu escuela.
Fue un tercer año, cuando a todos los alumnos, entregaron un citatorio, pidiendo en la escuela la presencia de los padres de familia.
Y específicamente, al padre.
No decían para que, ni por que.
¡Uy, uy, uy!, ya estaba en problemas.
Con lo penosa que era. O que soy.
De nuevo, mi abuelita, hablo con el señor director.
El contestó, ahí estaré, sin falta.
Me sentía chiveada en la secundaria, para mí, que el director no iba a ir.
Yo estudiaba en la secundaria #2, la que esta por colonias.
Muy retirada del pueblo.
Y el señor director con tantas cosas importantes que hacer.
A los alumnos, nos sacaron al patio.
Se hizo una como asamblea.
Yo miraba nerviosamente el zaguán de la escuela…
Cuando aparece el director Jesús Briones Vázquez.
Varios maestros de la secundaria #2, lo saludaron con respeto.
Imponía su presencia.
Imponía su seriedad.
Imponía su trayectoria en el ámbito educativo.
Imponía su cargo en la SEP.
Estuvo charlando amigablemente, con los maestros, me busco con la mirada, algún maestro, le dijo en que fila estaba yo.
Me dirigió una larga mirada, yo me encogía en la fila.
En esa mirada me dijo que me quería.
Que realmente me quería.
Y que el sabia cumplir su palabra dada.
Así fuera, a una chamaca de 14 años de edad.
Le pido a Dios, ilumine por siempre el recuerdo de maestros, como el director Jesús Briones Vázquez, para que guíen a las nuevas generaciones de maestros, y sirvan de senda sus pasos, para que México, cada dia forme mejores ciudadanos.
Querida Marucha: muchas gracias por tu comentario a mi "empatía". Tienes razón, van a ser unas vacaciones para mí. Necesito realmente tener tiempo para meditar, leer, pasear. Después de algún tiempo volveré a publicar mis poesías, pero voy a seguir leyendo vuestras poesías y , en tu caso, relatos. Gracias a ti estoy conociendo un universo nuevo, un lenguaje muy rico y diferente, unas personas de gran altura intelectual y moral. Aquí sigo,´leyéndote y acordándome de ti, querida Marucha.
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